
La movilidad en las ciudades es un derecho y una necesidad de todas las personas para poder
acceder a los bienes y servicios. Sin embargo, el crecimiento de las zonas urbanas se ha dado
de una forma dispersa, disconexa y expansiva, poniendo barreras a los espacios públicos y aumentando las distancias y tiempos de traslado. Ante esta realidad urbana, es preciso impulsar y
crear alternativas sanas de transporte para lograr una ciudad más viable y movible. Por ello, este
número de la Revista Arrabal se centra en marcar la importancia que cada vez ha ido tomando la
eco-movilidad: caminar, ir en bicicleta, con transporte público y hacer uso racional del vehículo.
Es poco probable que cada uno de nosotros nos animemos a elegir la “bici” como medio de
transporte cuando está de por medio el riesgo de sufrir un accidente en
las ajetreadas calles de la ciudad. Pero si todas las personas
tuviéramos la opción de usarla con una infraestructura que nos
proteja de los peligros, estamos seguros que se incrementaría su uso.
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